Parece mentira que mi pequeña empresa lleve ya 3 años funcionando. Este año se ha caracterizado por los problemas climáticos, que hemos notado especialmente en la cosecha de aceitunas. En comparación con el año anterior, pudimos cosechar el 30% de la cantidad, lo que supone un enorme descenso del volumen de producción. Sentí de primera mano lo que significa trabajar en la agricultura y depender del clima.

Al mismo tiempo, tengo una conexión aún más fuerte con la naturaleza a través de las abejas. Puede sonar trillado, pero es impresionante. Recorrer el año con las abejas significa prestar atención a las plantas y flores, fijarse en ellas y tomar decisiones en consecuencia. Además, cada año confío más en mis decisiones y me alegro de la vitalidad de las colmenas.

Mi objetivo personal es fomentar la biodiversidad en mi finca y proteger el suelo, reconstruir su fertilidad y frenar la erosión. Un paraíso para mis abejas, donde producen una miel oscura, intensa y muy sabrosa, y al mismo tiempo un olivar productivo, salpicado de almendros: la base de un aceite de oliva fresco, sano y único. Mi policultivo crea un ecosistema en el que la agricultura y la conservación de la naturaleza van de la mano. Los frutos de mi trabajo: miel auténtica, aceite de oliva virgen extra y almendras sanas.

En Navidad, cuando hay un poco menos de trabajo en la finca, me alegra mucho que se regalen tantos de mis productos. He reunido para ti algunas ideas de regalo: diferentes tipos de miel en envases originales, mi favorita la cesta trío de campo, o sets de regalo con miel, aceite de oliva y velas.