¿Tienes ya ganas de Semana Santa? A veces las procesiones y las grandes aglomeraciones de personas en el centro me recuerdan a una colmena. Aunque hay miles de personas ahora en Sevilla, sólo hay un ligero murmullo de gente en el aire, como el zumbido de la colmena.

Pero la Semana Santa tiene mucho más que ver con las abejas de lo que podríamos pensar. A lo largo de los siglos, las abejas y sus productos han desempeñado un papel central para la humanidad. Por un lado, a través de bienes materiales como la miel y la cera de abeja, que podemos recolectar, pero también como símbolos importantes en los mitos, las culturas antiguas y en el cristianismo.

Pureza y fertilidad

Cómo los humanos buscaron explicaciones sobre el origen de las abejas y las razones de su coexistencia ordenada, también intentaron comprender su reproducción. Sin embargo, como el apareamiento de la reina sólo se producía una vez al principio de su vida (y fuera de la colmena), al humano parecía que las abejas se reprodujeron sin coitus.

Por tanto, la conexión con la virgen María parece comprensible, ya que las abejas no conocen ni el coito ni la procreación, se las considera virginales y castas. De este modo, encarnan el misterio de la Encarnación de Cristo.

Ambrosio – Patrón de los apicultores

Ambrosio fue obispo en Milán en el siglo I. La colmena con la que a menudo se representa a Ambrosio simboliza la diligencia y la erudición. El epíteto Ambrosius hace referencia a la ambrosía, el alimento de los dioses, que, según la leyenda consiste en gran parte de miel. Ambrosius es venerado como patrón de los tenderos, apicultores, cereros y panaderos de jengibre, de las abejas y de los animales domésticos.

Miel – dulce verdad divina
La Biblia, por su parte, se entusiasma con la miel más que con la abeja o su cera. Se dice que la leche y la miel fluyen en la tierra prometida. En la Biblia hay numerosos pasajes en los que se menciona la miel, pues según la tradición bíblica, la miel es uno de los buenos dones de la tierra fértil (Gn 43:13; Dt 8:8; 2Sam 17:29); sirve de regalo (Ri 14:8-9) o medio de intercambio (Gn 43:11; 1Re 14:3; Ez 27:17). Comer miel es «bueno» (Prov 24:13); es el alimento de los niños bien nacidos (Is 7:15; Ez 16:13, 19).

Velas de cera de abejas
En la liturgia pascual se dice por el Cristo resucitado: «Cristo es la luz», simbolizada por el cirio pascual, que se enciende en las primeras horas de la mañana del día de Pascua. Sin cera, la iglesia no tenía luz. Incluso hoy en día, los preciosos cirios eclesiásticos siguen fabricándose con cera de abeja.

Por cierto, el año pasado, durante mi visita a Semana Santa, las abejas divinas vinieron en un racimo entero. Sí, en medio del centro se formó un enjambre de abejas. Si esto fue una señal divina o no, no lo sé, pero para mí fue el final rápido de la Semana Santa, porque tuve que mirar a mi alrededor en la buscada de una caja adecuada para poder sacar a las abejas del centro de la ciudad.

Por cierto, el año pasado, durante mi visita a Semana Santa, las abejas divinas vinieron en un racimo entero. Sí, en medio del centro se formó un enjambre de abejas. Si esto fue una señal divina o no, no lo sé, pero para mí fue el final rápido de la Semana Santa, porque tuve que mirar a mi alrededor en la buscada de una caja adecuada para poder sacar a las abejas del centro de la ciudad.

¿Te ha gustado la entrada del blog? Preparé un pack especial de Semana Santa, con 7 velas y un tarro de miel de milflores.