¿A quien aún no ha pasado?, la antes tan bella miel líquida se cristaliza de repente. La miel se ha vuelto más espesa y poco a poco se van formando pequeños cristales. Pero, ¿por qué ocurre esto?

La formación de cristales en la miel es un proceso completamente natural y está relacionado con la composición de la miel. La miel se compone principalmente de fructosa (entre el 27 y el 44%), glucosa (entre el 22 y el 41%) y agua (el contenido de agua puede ser tan bajo como el 15%, pero no debe superar el 20%). Otros azúcares, como la maltosa y la sacarosa, también están presentes en menores cantidades, así como ácidos aminados, vitaminas, minerales y oligoelementos. La composición al final depende del néctar de las flores. Por lo tanto, cada miel es diferente, porque la variedad de flores difiere en cada región.

Si el contenido de fructosa (azúcar de la fruta) en la miel es alto, los cristales se forman con menos facilidad y la miel permanece líquida más tiempo. Por otro lado, se forman rápidamente pequeños cristales con una porción elevada de glucosa (dextrosa). El proceso puede acelerarse con temperaturas bajas todavía.

Ya sea líquida o cristalizada, la miel auténtica no pierde calidad. Por el contrario, la cristalización es una señal de la pureza y de que la miel nunca se ha sobrecalentado ni filtrado en exceso. Si no te gusta, puedes simplemente calentar la miel ligeramente en un baño de agua, pero no por encima de los 40º C, ya que la miel pierde calidad a esta temperatura.

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