Ya hace un año que llegamos a casa después de dos años de un mágico viaje pedaleando desde Bangkok hasta Sevilla. Nuestras bicicletas nos hicieron vivir verdaderas e imborrables aventuras al aire libre que quizás hayan cambiado nuestras vidas para siempre. Volvimos con el sueño de vivir un poco más cerca de la naturaleza y siguiendo estos deseos invertimos los pocos ahorros que nos quedaban en un pequeño terreno a las afueras del pueblo del Gastor, junto al Parque natural de Grazalema. Poco a poco y sin darnos cuenta nos hemos ido sumergiendo en una nueva y apasionante aventura; El arte de cuidar abejas y cosechar miel.
Estas 2 hectáreas de terreno están ubicadas debajo del impresionante Tajo de Lagarín, un área especialmente protegida por la presencia de una enorme colonia de Buitres y rapaces. Lo cierto es que tuvimos mucha suerte encontrando este lugar donde aún abundan las flores silvestres y se prohíbe el uso de pesticidas por la cercanía del embalse de Zahara.
Incluso nuestra pequeña perrita se deleita observando este maravilloso lugar.
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